Miami, 27 de septiembre (EFE).- El huracán Helene, que azotó la costa noroeste de Florida la noche del jueves como un ciclón de categoría 4, ha dejado hasta ahora al menos 41 personas fallecidas y una estela de destrucción en su paso por el sureste de Estados Unidos. Las autoridades locales advierten que la cifra de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas.

El ciclón ha causado la muerte de siete personas en Florida, 15 en Georgia y 17 en Carolina del Sur, entre las cuales se encuentran dos bomberos, según confirmó este viernes el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster.

En Carolina del Norte, se reportaron dos víctimas fatales, incluyendo a una niña de solo cuatro años.

Al final de la jornada del viernes, más de 4,6 millones de personas permanecían sin electricidad en al menos diez estados afectados. Cuadrillas de trabajadores continuaban sin descanso retirando escombros, liberando carreteras y reparando líneas eléctricas con la esperanza de restablecer el suministro lo más pronto posible.

En cuanto al transporte aéreo, casi mil vuelos fueron cancelados a lo largo de Estados Unidos, principalmente desde y hacia los aeropuertos de Charlotte (Carolina del Norte), Atlanta (Georgia) y Tampa (Florida).

Al amanecer, las comunidades costeras de Cedar Key y Perry, en Florida, el punto de impacto directo del huracán, se despertaron ante un panorama desolador: calles inundadas, escombros esparcidos por todas partes y daños graves en techos y ventanas, arrancados por la intensidad de los vientos huracanados.